La vida cristiana es un camino de fe, amor y obediencia a Dios. No es una religión de rituales, normas o tradiciones, sino una relación personal con el Creador y Salvador de nuestras almas. Sin embargo, muchas veces nos encontramos estancados, desanimados o confundidos en nuestra vida espiritual. ¿Cómo podemos avanzar por más y experimentar el propósito, la paz y la bendición que Dios tiene para nosotros?
En este artículo te compartiremos algunos principios bíblicos que te ayudarán a crecer y madurar en tu fe, y a vivir una vida cristiana fructífera y abundante.
1. Busca a Dios con todo tu corazón
El primer paso para avanzar por más en tu vida cristiana es buscar a Dios con todo tu corazón. Esto significa que debes poner a Dios como la prioridad de tu vida, y dedicar tiempo a conocerlo, amarlo y adorarlo. La Biblia dice que si buscamos a Dios de todo corazón, lo encontraremos (Jeremías 29:13). También dice que sin fe es imposible agradar a Dios, y que el que se acerca a Dios debe creer que él existe y que recompensa a los que lo buscan (Hebreos 11:6).
Para buscar a Dios con todo tu corazón, necesitas cultivar una relación íntima con él a través de la oración, la lectura de su palabra, la alabanza y la meditación. La oración es la forma de comunicarte con Dios, de expresarle tus necesidades, tus sentimientos, tus agradecimientos y tus peticiones. La lectura de su palabra es la forma de escuchar su voz, de aprender sus mandamientos, sus promesas y sus planes. La alabanza es la forma de reconocer su grandeza, su bondad y su soberanía. La meditación es la forma de reflexionar sobre su verdad, su voluntad y su obra.
Al buscar a Dios con todo tu corazón, experimentarás su presencia, su poder y su provisión en tu vida. Él te guiará, te protegerá, te sanará y te bendecirá.
2. Ríndete a Dios con toda tu vida
El segundo paso para avanzar por más en tu vida cristiana es rendirte a Dios con toda tu vida. Esto significa que debes entregarle a Dios el control de tu vida, y someterte a su autoridad, su dirección y su propósito. La Biblia dice que si nos entregamos a Dios, él hará en nosotros su buena voluntad (Filipenses 2:13). También dice que si nos humillamos bajo la poderosa mano de Dios, él nos exaltará a su debido tiempo (1 Pedro 5:6).
Para rendirte a Dios con toda tu vida, necesitas confiar en él, obedecerle y servirle. Confiar en él es creer que él sabe lo que es mejor para ti, y que tiene planes de bien y no de mal para darte un futuro y una esperanza (Jeremías 29:11). Obedecerle es hacer lo que él te manda, aunque no lo entiendas o no te guste, sabiendo que sus mandamientos son para tu bien y para tu bendición (Deuteronomio 28:1-14). Servirle es usar los dones, talentos y recursos que él te ha dado para glorificarlo y para edificar a otros (1 Pedro 4:10-11).
Al rendirte a Dios con toda tu vida, descubrirás su plan, su gracia y su gloria en tu vida. Él te usará, te capacitará, te transformará y te recompensará.
3. Ama a Dios con toda tu alma
El tercer paso para avanzar por más en tu vida cristiana es amar a Dios con toda tu alma. Esto significa que debes expresarle a Dios tu amor con toda tu pasión, tu devoción y tu adoración. La Biblia dice que el primer y más grande mandamiento es amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con toda la mente (Mateo 22:37). También dice que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado (Romanos 5:5).
Para amar a Dios con toda tu alma, necesitas demostrarle tu amor, agradecerle su amor y compartir su amor. Demostrarle tu amor es hacer lo que le agrada, guardar sus mandamientos y buscar su reino y su justicia (Juan 14:15, Mateo 6:33). Agradecerle su amor es reconocer su misericordia, su fidelidad y su salvación (Salmo 136:1-26, Efesios 2:4-10). Compartir su amor es amar a tu prójimo como a ti mismo, perdonar como él te ha perdonado y dar como él te ha dado (Mateo 22:39, Colosenses 3:13, Lucas 6:38).
Al amar a Dios con toda tu alma, disfrutarás de su comunión, su gozo y su satisfacción en tu vida. Él te llenará, te consolará, te renovará y te deleitará.
Conclusión
Avanzar por más en tu vida cristiana es posible si buscas a Dios con todo tu corazón, te rindes a Dios con toda tu vida y amas a Dios con toda tu alma. Estos tres principios te llevarán a una vida cristiana plena, dinámica y victoriosa. No te conformes con menos de lo que Dios tiene para ti. Él quiere que avances por más y que seas más como él cada día. ¿Estás dispuesto a seguir estos pasos? Que Dios te bendiga y te ayude en este camino.